¿Cómo reaccionará el público cuando uno de los cuartetos más famosos de Inglaterra apunte directo a las “cuerdas de su alma” con sus instrumentos?

Martyn Jackson, Ciaran McCabe, Fiona Bonds y Will Schofield, reunidos bajo el pseudónimo de Cuarteto Maggini, nos regalaron, la tarde del 10 de octubre, una participación inolvidable en la Sala Carlos Chávez, entre sinfonías eternas en la historia de la música y la emotiva sinergia que lograron entablar con el auditorio. En colaboración con la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México, Cuarteto Maggini deslumbró en el escenario, sugiriendo la voluntad de vivir, y convivir con, la música como si fuera el auténtico hilo rojo de toda la producción artística de esta edición del Festival CulturaUNAM. 

Con más de 35 años de trayectoria a nivel internacional, el conjunto de Londres ha pisado las tablas más prestigiosas de la escena musical y global, hasta recibir premios del calibre de Gramophone Chamber Music Award y Diapason d’Or. Con dos nominaciones a los Grammys, su obra ha cobrado cierta relevancia por reanudar las melódicas partituras de grandes Maestros y Directores de todos los tiempos, fusionando pasado y presente en una sugestiva mezcla de pathos con lirismo. 

En el marco del Festival CulturaUNAM, el recorrido armónico del Cuarteto atravesó diferentes etapas musicales, con rigor y pasión, del clasicismo a la música de orquesta contemporánea, pasando por el género romántico. Durante una hora y media, la polifonía de Haydn, Mendelssohn y William Walton combinó talento, sensibilidad y una profunda dedicación al arte. Es por eso que, en el pequeño espacio que caracteriza la Sala Carlos Chávez, se creó una dimensión íntima y verdaderamente auténtica, donde los violines, la viola y el violonchelo emprendieron un viaje conmemorativo sumamente especial. 

Acto seguido, la atmósfera evocadora del primer concierto en México de Cuarteto Maggini subrayó una notable antítesis entre su grandiosidad, a nivel musical e internacional, y el ambiente diminuto en el que supo demostrar que merece el éxito incondicional que tiene. Al mismo tiempo, el público, en la tarde del 10 de octubre de 2025, cantó la gala al conjunto británico, inscribiéndolo en la música universal. 

La procesión musical oscilaba entre momentos formales e informales, cuya intensidad fue capaz de hurgar en las “cuerdas del alma” de la audiencia, en un arrebato de éxtasis y fascinación. De la incuestionable expresividad de las composiciones de Haydn y Mendelssohn a la innovación estilística de Walton, el conjunto de Londres reprodujo el diálogo atemporal entre producciones sinfónicas que pertenecen y definen el canon universal de la música para orquesta. Además, con una justa dosis de genio y perspicacia, el cuarteto de cuerdas puso, tanto de relieve como en la escena, gracias a un ritmo afable y concitado al mismo tiempo, la centralidad de la narración musical. Su ejecución quedará grabada en nuestra memoria e impregnada en nuestros corazones para siempre. 

Finalmente, la presentación de Cuarteto Maggini en el marco del Festival CulturaUNAM, el viernes 10 de octubre, amalgamó las tradiciones clásica y romántica, al cabo de una interpretación sincera y entrañable, para darle vida, así, a un repertorio único, o mejor dicho, a una recopilación inimitable de melodías, cuyo eco resuena más fuerte que cualquier palabra que podamos pronunciar. Es por eso que, como bien aseveró Beethoven, la música sinfónica es la arquitectura de sonidos, donde los sonidos se configurarían como puente de comunicación entre racionalidad e insensatez. 

Paralelamente, la presentación de Cuarteto Maggini en el marco del Festival CulturaUNAM evidenció las estrechas relaciones entre México y Reino Unido, promoviendo y fortaleciendo el intercambio cultural entre ambos países de manera recíproca y equitativa. Instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México, desde hace años, contribuyen al florecimiento mutuo de las disciplinas culturales, apostando por colaboraciones duraderas y a largo plazo. El primer concierto en México de Cuarteto Maggini representó una ocasión directa, e imperdible, para lograrlo.