Editora, escritora y crítica de cine, fue durante más de 20 años periodista y columnista de CinePremiere, y posteriormente, Editora de contenido para Sensacine LATAM. Ha colaborado también con diferentes publicaciones de Grupo Expansión y organizaciones como la Fundación Elena Poniatowska. Actualmente es coach de escritura creativa y editor de manuscritos, mientras escribe su primera novela.
Dos grandes estrellas latinoamericanas del canto operístico coinciden en la sexta edición del Festival CulturaUNAM, con la sala Nezahualcóyotl como escenario. El reconocido tenor peruano, Juan Diego Flórez, ofrecerá una gala de ópera acompañado por la Orquesta Sinfónica de Minería el próximo martes 30 de septiembre, en donde presentará un recorrido por su repertorio italiano y francés. El domingo 5 de octubre, el mexicano Ramón Vargas, deleitará con un recital en el que presentará un muestrario de lo mejor de su repertorio.
“Ellos suelen coincidir en las grandes casas de ópera del mundo, en los grandes teatros nacionales, creo que lo poco habitual es que coincidan en un espacio universitario –opina el experto musical y divulgador operístico, Gerardo Kleinburg. Eso quiere decir que un festival como CulturaUNAM y una instancia como la Coordinación de Difusión Cultural, tienen un gran mérito como los grandes gestores de estas actividades en nuestro país. Creo que lo sorprendente no es la coincidencia de tener a dos grandes cantantes latinoamericanos en un momento o lugar, si no la coincidencia en los atributos del canto operístico latinoamericano masculino de tenores, que es un fenómeno muy particular. Porque actualmente no podemos señalar fácilmente a más de cinco clavadistas, futbolistas o físicos cuánticos mexicanos de prominencia internacional, mientras que sí tenemos a más de cinco cantantes operísticos en la escena mundial; es casi una anomalía.”
“Y es que el canto operístico iberoamericano se asocia con una serie de elementos comunes, además del idioma: es un canto muy franco, muy luminoso, es un canto solar con timbres particularmente bellos –continúa Kleinburg– en términos muy técnicos es un un canto subglótico, con una cierta impostación y una biomecánica de resonancia específica, que se traduce en un canto muy libre, que no suena apretado ni engolado, que no suena atrás sino que se proyecta hacia adelante. Los cantantes latinoamericanos –sobre todo los mexicanos y extensivo a Juan Diego Flórez– tienen una técnica muy particular para lograr este sonido, que aseguran proviene del canto popular vernáculo y ranchero, que consiste en cantar en una zona límite donde hay mucho riesgo, porque fácilmente puede salirse un gallo o romperse la voz. Escuchar cantar en ese límite produce esa sensación, que aunque no sepas de ópera, percibes como algo muy excitante.”
“Tanto Vargas como Flórez coinciden en una voz particularmente bella, cálida y dulce –añade Kleinburg– ninguno es un tenor hercúleo, fortísimo o estruendoso. Ambos más bien han apuntado a una interpretación que mira hacia el refinamiento, la elegancia y la pureza interpretativa. Aunque tienen un estilo muy similar de cantar, son voces diferentes que no pertenecen a la misma tesitura.”
“En el caso de Ramón Vargas hay otro elemento muy importante: fue niño cantor de la basílica de Guadalupe, eso hace que su formación y trayectoria sean muy, muy especiales. Es un gran maestro de la técnica vocal y no hay discusión en cuanto que es el mejor tenor del mundo de su generación, junto con Roberto Alagna. Hoy, es un tenor lírico franco, que es de tonos más graves porque a la tesitura le pasa lo mismo que a un vino con los años: adquiere más cuerpo, más oscuridad, se vuelve más fuerte, más corpulenta. Por eso va por un repertorio más selecto, más exquisito, con obras menos comunes como los Sonetos de Petrarca de Liszt y mucha canzone italiana no típica.”
“Juan Diego Flórez, es un gran exponente de la canción popular mexicana y se ha caracterizado por llevarla a grandes casas de ópera del mundo. Siempre ha sido un gran intérprete, un enorme referente del canto refinado, del buen gusto musical y de una técnica sobresaliente que lo han llevado a alcanzar altísimos niveles de prestigio y reconocimiento en la escena internacional. Es un tenor lírico ligero, que por lo tanto tiene agudos y sobreagudos formidables; presentará un recorrido por varios de los momentos destacados de las arias operísticas de su repertorio, así como algo de Zarzuela. Su programa es más operístico, mientras que el de Ramón es más ‘liederístico’ (de lied, canción arte germana y centroeuropea).
“México es un país donde gusta mucho la ópera y creo que es porque coinciden en ser intensos, expresivos, explosivos y se conectan muy fácilmente con sus emociones –para bien y para mal. México es un país tan generoso como violento; tan dulce como agresivo, y la ópera sucede en esos extremos. Además, los mexicanos cantamos todo el tiempo y en todas partes; la presencia de la música vocal es enorme.”
“Por eso creo que el gran mérito de la UNAM es que se ha convertido en un espacio único y complementario para la ópera en México. Tanto para hacer coincidir a grandes intérpretes –porque en dos festivales consecutivos de CulturaUNAM habrá presentado a Rolando Villasón, Arturo Chacón, Alfredo Daza, Juan Diego Flórez y Ramón Vargas– como para la creación de un nuevo repertorio que no se aborda en otros lugares y que es mucho más contemporáneo, mucho más propositivo, mucho más de nuestro tiempo, con compositores emergentes mexicanos y de otros países, comisionando óperas y estrenándolas en México, como es el caso de Breaking the Waves o Luciérnaga.” –finaliza Kleinburg.
El Festival CulturaUNAM, como el espacio donde hoy coinciden la tradición con la vanguardia, donde el hip-hop dialoga con la ópera, y la memoria lucha contra el olvido a través de la música, es el lugar obligado para todo melómano que se jacte de serlo. Encuentra aquí la programación y los boletos para que no te pierdas ni una nota de lo que el Festival CulturaUNAM tiene preparado para ti.