Breaking the Waves y Vive, Callas dos obras profundamente innovadoras que se estrenan en el Festival CulturaUNAM
Claudia Llaca
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Editora, escritora y crítica de cine, fue durante más de 20 años periodista y columnista de CinePremiere, y posteriormente, Editora de contenido para Sensacine LATAM. Ha colaborado también con diferentes publicaciones de Grupo Expansión y organizaciones como la Fundación Elena Poniatowska. Actualmente es coach de escritura creativa y editor de manuscritos, mientras escribe su primera novela.

El Festival CulturaUNAM será el anfitrión del estreno en México de dos impactantes eventos operísticos: Vive, Callas un homenaje a la indiscutible máxima diva de la ópera, que se presenta el viernes 26 de septiembre en la Sala Carlos Chávez, y Breaking the Waves, una ópera basada en la película homónima de 1996 de Lars Von Trier, que tendrá lugar en la Sala Miguel Covarrubias el 10 y 11 de octubre. Y es que el  Festival CulturaUNAM  es mucho más que un espacio dónde anualmente confluyen una serie de eventos culturales: es gestor, mecenas y promotor, que se ancla en la tradición y la memoria para ser plataforma de creación, evolución y difusión de nuevas propuestas que enriquezcan y aseguren el futuro desarrollo artístico y cultural de México. Vive, Callas y Breaking the Waves son el resultado de una profunda exploración artística que deviene en un par de obras profundamente innovadoras que toman la tradición operística para dialogar con otras disciplinas artísticas y convivir con lenguajes modernos como la inteligencia artificial. 

Breaking the Waves es una ópera contemporánea con libreto de Royce Vavrek y música de Missy Mazzoli, quien incorpora música procesada y grabada, para complementar de una manera orgánica un himno coral masculino, que en esta puesta en escena estará a cargo del ensamble del Estudio de la Ópera de Bellas Artes. Estrenada en 2016 en la Ópera de Filadelfia, Breaking the Waves está basada en la película homónima de Lars Von Trier, un clásico de los 90 en donde impera el lenguaje de la expresión y la emociones para narrar el viaje de Bess, una mujer que desde la inocencia, se debate entre sus creencias y las de los demás. 

Breaking the Waves experimenta con del diálogo cultural porque a diferencia de tantas óperas del pasado, no tiene referente en una obra teatral, una novela, una leyenda o un texto mitológico, sino que toma su historia y elabora su libreto a partir de una película. Utiliza lenguajes modernos que se integran de una manera orgánica para que se privilegie el canto, la comprensión del texto, el dramatismo, la emotividad, y no solamente los ideales estéticos intelectuales que perseguían los lenguajes anteriores, que estaban fundamentalmente interesados en lo musical y no particularmente conectados con la emotividad y la narratividad escénica como lo está la ópera hoy -señala el crítico, gestor y promotor musical Gerardo Kleinburg- en mi opinión personal, que puede ser discutible, los compositores de nuestro tiempo decidieron intentar reconciliarse con el gran público amante de la ópera que al que habían perdido por completo porque rechazaba esos lenguajes; hoy se ha encontrado un terreno un poco más intermedio en Estados Unidos, en Europa sigue siendo un poco más radical.”

 Kleinburg, quien además es un experto en Callas, señala que es precisamente ella quien reivindica el dramatismo, el texto y la historia a través de su interpretación: “Ese es el gran parteaguas, la razón por lo que todo esto se divide en antes de Callas y después de Callas en la parte interpretativa, y ahora todos esos otros repertorios se visitan desde esa actitud. Callas fue una mujer que cambió el trayecto del canto operístico haciendo ver que ella estaba dispuesta a poner su voz al servicio de todo, y no todo al servicio de su voz.  Es decir, su voz al servicio de la escena, del personaje, de la música, de la credibilidad, del histrionismo, en vez de adecuar, moldear, todo lo demás para que su voz estuviera en una zona de confort. El suyo fue un rigor absoluto para apegarse de verdad a la partitura, al texto, y entendió que así es cuando de verdad funciona, cuando de verdad estás haciendo justicia a los textos musicales y literarios, cuando de verdad estás haciendo ópera, no simplemente cantando. Ella entendía a la ópera como lo que verdaderamente es: un género dramático, no un género musical. Un género dramático que estaba hecho con canto y música extraordinaria, donde el propósito era ser, proyectar, hacerle a la gente sentirse en Medea, en Ana Bolena, en Tosca y que eso era lo que importaba.”

En cuanto al homenaje que el Festival CulturaUNAM le rendirá a ‘la divina’, Kleinburg comenta que Vive, Callas es muy original e innovadora en cuanto a que funciona tanto como obra teatral, monólogo y recital de canto operístico, donde la protagonista, la soprano Cecilia Eguiarte, tiene una suerte de interacción con una Callas producida por la inteligencia artificial. El experto también afirma que una obra como Breaking the Waves es posible gracias a que el canto operístico hoy es otra cosa, y eso se le debe en gran parte a María Callas: “Breaking the Waves no es una ópera donde alguien simplemente sale a cantar algo lindo con 10 agudos, no, es una ópera donde tienes que ser actriz, donde tienes que ser cantante, donde tienes que verte como el personaje, donde tienes que seguir a fuerza los lineamientos y preceptos de Callas para poderla interpretar, y ese es su gran legado.”